Berrinches y pataletas: guía completa para padres

Mucho se habla sobre las temidas pataletas, pero, ¿qué son en realidad y por qué surgen en esta etapa de la vida de nuestros hijos? Las pataletas o berrinches, caracterizados por llantos y gritos intensos, son una parte completamente normal del desarrollo infantil. Comienzan alrededor de los 12 meses y pueden extenderse hasta los 5 años, siendo su punto álgido entre los 18 y 48 meses.

Estos episodios de enfado infantil se originan en el desarrollo neurológico, social y psicológico del niño. En esta fase de su vida, los pequeños aún no poseen las herramientas adecuadas para comunicar sus emociones de manera efectiva. Entender estas causas es el primer paso para manejar las pataletas de manera respetuosa y efectiva, promoviendo el desarrollo emocional infantil y la crianza empática.

¿Por qué ocurren los berrinches? Comprendiendo los berrinches y pataletas en los niños

Los berrinches y pataletas en niños son mucho más que simples estallidos emocionales. Son, de hecho, una parte importante del desarrollo infantil. A medida que nuestros hijos crecen, esto trae consigo a un mundo lleno de nuevas experiencias, emociones y limitaciones. Las pataletas son una forma de expresar frustración, ira o tristeza cuando no tienen las palabras o la capacidad emocional para explicar cómo se sienten.

¿Pero por qué se generan estos episodios de berrinches en niños? Existen varias causas:

Desarrollo cerebral en proceso: Los niños pequeños están en una fase de rápido desarrollo cerebral. A menudo, sus emociones son demasiado intensas para que sus cerebros aún en desarrollo las manejen adecuadamente. Esto puede llevar a reacciones exageradas a situaciones que los adultos pueden considerar menores.
Frustración por limitaciones: Los niños comienzan a explorar su independencia y autonomía, pero se encuentran con limitaciones, ya sean físicas, lingüísticas o sociales. Estas limitaciones pueden ser frustrantes y resultar en una pataleta, especialmente si no pueden hacerse entender.
Fatiga y sobrecarga sensorial: Los berrinches también pueden ser el resultado de la fatiga, el hambre o una sobrecarga sensorial. Los niños aún están aprendiendo a regular sus respuestas a un mundo que a veces puede ser abrumador.
Herramientas de comunicación en desarrollo: En esta etapa temprana de la vida, nuestros hijos aún están desarrollando las habilidades de comunicación necesarias para expresar sus necesidades y emociones. Los berrinches pueden ser una forma de comunicarse cuando no encuentran otra manera de hacerlo.

¿Cómo manejar los berrinches y pataletas en los niños?

A partir de los 12 meses, los bebés se sienten “más grandes”, pero aún requieren de la contención, seguridad y apego de sus papás. Es importante comprender que los berrinches no son actos deliberados de desafío, sino manifestaciones de una etapa de desarrollo donde el niño aún no puede controlar sus emociones de manera efectiva.

Te compartimos consejos de cómo acompañar a tu hijo cuando tenga un berrinche:

Mantén la calma “tú eres el adulto”: La respuesta inicial de los papás es fundamental. Mantener la calma es esencial, ya que un grito solo intensifica el berrinche. Respira profundamente, cuenta hasta 10 y mantén la compostura. Si te sientes abrumado, no dudes en pedir ayuda a otro adulto, practicando así la crianza respetuosa y el manejo efectivo de la ansiedad infantil.

Anticipación, conoce a tu hijo: Como papás y mamás, podemos identificar situaciones que potencialmente desencadenan las pataletas. El cansancio y la sobre estimulación en los niños son desencadenantes comunes. Si notas signos de fatiga en tu hijo, trata de minimizar las actividades que podrían agotarlo aún más.

Lo especial de la distracción: Enfocar la atención de tu hijo en algo diferente puede ser una táctica efectiva. Presentar un juguete nuevo o cambiar a una actividad calmante puede ayudar a desviar su atención de la fuente de frustración, utilizando la distracción como una herramienta de crianza empática.

Dejarlo expresarse: Entender que el llanto es una forma de expresión es esencial. Especialmente durante un berrinche o pataleta, es fundamental. En lugar de intentar detener el llanto a toda costa, permite que tu hijo exprese sus emociones. Esto puede ser parte de su proceso de aprendizaje emocional.

Comunicación simple y efectiva: Durante un berrinche, es importante usar un lenguaje claro y sencillo. Frases como “estoy contigo”, “entiendo que estás enojado” o “vamos a respirar juntos” pueden ser más efectivas que largas explicaciones.

¿Cómo evitar o prevenir los berrinches de los niños?

Aunque los berrinches son una parte normal del desarrollo infantil, existen técnicas que los papás pueden implementar para minimizar su frecuencia y gravedad. Mantener rutinas consistentes y ofrecer opciones a los niños son dos métodos efectivos para prevenir estos episodios emocionales.

Crea una rutina para tu hijo: horarios de comida y sueño

Asegurarse de que tu hijo coma y duerma a sus horas habituales es esencial para prevenir berrinches y fomentar un desarrollo emocional saludable en los niños. Si tu hijo ya no toma la siesta, considera establecer un tiempo de reposo. Algo tan simple como acostarse por 15 a 20 minutos o pasar un tiempo tranquilo juntos leyendo cuentos puede hacer una gran diferencia en su estado de ánimo.

Maneja el enfado infantil con un tono positivo en los pedidos

Cuando le pidas a tu hijo que haga algo, utiliza un tono alegre y haz que suene más como una invitación que como una orden. Por ejemplo, en lugar de ordenar, podrías decir: "Si te pones tu gorro y guantes, se puede salir a jugar con tus amigos".

Esto no solo puede reducir la resistencia y la frustración, sino que también es un elemento importante en el manejo efectivo de pataletas y berrinches en niños, promoviendo un enfoque de crianza respetuosa y fomentando la empatía y comprensión.

Evita discutir con los niños: mantén la calma y la rutina

Evita discutir por detalles menores, como la elección de zapatos o dónde sentarse para comer. Concéntrate en las cuestiones de seguridad, como no tocar una estufa caliente o mantenerse abrochado en el asiento del coche.

Mantener la calma y evitar discusiones innecesarias es esencial para el desarrollo emocional infantil y puede ayudar a manejar la frustración y la ansiedad en los niños. Además, establecer rutinas claras y consistentes es una estrategia fundamental para prevenir berrinches y rabietas.

Promueve la autonomía infantil dándole opciones

Darle a tu hijo cierto grado de elección puede fomentar su sensación de independencia y control. Permite que elijan su ropa o los cuentos que quieren leer. Los niños que se sienten autónomos en ciertas áreas suelen ser más receptivos a seguir reglas en situaciones donde es necesario.

Ofrecer opciones es una forma de reconocer el esfuerzo y las preferencias de tu hijo, lo cual es un aspecto importante de una crianza respetuosa y empática. Esta práctica no solo ayuda a calmar berrinches de bebé y niños mayores, sino que también contribuye a su desarrollo emocional y autonomía.

Y, por último: ¡y aunque cueste, ayúdalo con tu calma, quédate y acompáñalo! Este momento ya pasará.